Insomnio

Él…  Aquí, sin poder dormir.  Intermitente manera de ir dejando tercios de vida sin vivir.  Pero tan necesario.  Maldito insomnio, se dice.  Piensa, estruja su mente, y su corazón vibra con erupciones en terremotos.  Siente que tiene aún el dragón dentro de sí.  Se sabe tan incandescente y a la vez tan rancio.  Puede sentir que sus derivas ya no lo son.  Y sin embargo no puede ya volver a dormir.  Una hora o más desde que despertó entre pensamientos de rebelión, de bajeza y de desconfianza.  Se siente tan irascible y tan soso a la vez. 

 

Él…  Hoy sin sentir lo que deseaba.  Hoy sin haber carpe diem.  La televisión ya no le llama, le intranquiliza.  Quisiera salir corriendo, manejando y estrellarse contra un carro con familia dentro.  Le gustaría destrozar algo hermoso.  Le gustaría haber hecho alguna maldad cuando tuvo la oportunidad.  Para regodearse y poder decir "me merezco este desdén".  Pero él sabe que sus pensamientos no son justos.  Y quisiera que lo fueran.  Sabe que no son otra cosa que reflejos de un corazón sin control que influye en su mente para traer imágenes que duelen, que taladran y que no cesan.  Malditas palabras.  Si pudiese meterse en la mente de la gente, podría simplemente hacerles entender.

 

Él…  Tan distante, pero tan obsequioso.  Tan inocuo, pero tan presente.  Tergiversado, intramuscular.  Ha sido tan fácil pasar nuevamente al nivel bajo cero.  Es un lunático.  Es amor puro.  Animal.  Sucio.  Impoluta sensación de desenfreno.  Apenas se puede contener.  Pero sus cadenas son propias.  Sus pies y manos ansían libertad, pero saben que ya son libres.  Siempre lo han sido.  Siempre lo serán. 

 

Él…  Necesita dirección.  Ayuda.  El insomnio ya lo mata y no hay nadie en su red.  Maldito sábado sin música.  Maldita madrugada de domingo.  Ya son dos horas.  Quisiera saber por qué no puede dormir si en realidad está tranquilo.  Quisiera saberlo todo.  Quisiera ser Hannibal Lecter.  Quisiera ser un titerote, un farsante, un moco de esos que te rasgan la piel cuando los sacas de tan duros que están.  Quisiera darlo todo y saber que lo está dando bien.  Que todo le será requerido.  Quisiera todo él ser una necesidad.  Quisiera todo él ser perfecto.  Quisiera ser Dios.  Para siempre entender.  Para siempre perdonar.  Para siempre amar…

 

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